Poesía y costumbre flamenca
- Ara Barradas
- 17 dic 2016
- 3 Min. de lectura

En el ‘Ciclo Flamenco’, Carmen Linares reúne a Lorca, Jiménez y Falla en una ‘Encuentro’ germinal para el arte y el folclore andaluz, mientras que cinco artistas flamencos de última generación nos brindan su momento dorado una cumbre ineludible para entender el diálogo entre modernidad y tradición.
La cantaora Carmen Linares (Linares, Jaen, 1951) abre el 'Ciclo de Flamenco' -31 de marzo- celebrando la relación de influencia mutua entre el flamenco y la poesía en la obra de Juan Ramón Jiménez y Federico García Lorca, así como en la música de Manuel de Falla en ‘Encuentro’, un espectáculo concebido para comprender la evolución de la esencia andaluza a partir de textos del poeta gaditano José Ramón Ripoll.
Carmen Linares, verdadera catedrática del cante y referencia absoluta de maestría para las nuevas generaciones de cantaores, ha mostrado siempre un interés especial hacia las ramificaciones literarias y artísticas del flamenco, concentrándose en uno de sus momentos de máximo esplendor: el descubrimiento de la cultura popular flamenca por parte de los artistas de la vanguardia literaria y musical de las primeras décadas del siglo XX y cómo esos intelectuales intervinieron en un arte romántico como el flamenco.
En su espectáculo, Carmen Linares –acompañada por Miguel Ángel Cortés y Eduardo Trassierra a la guitarra, Vanesa Aibar al baile y el ensemble Camerata Flamenco Proyetc –evoca los encuentros de los tres creadores- que fueron amigos- de los que surgió, explica, “un concepto muy profundo de la música y del folclore”. En el centenario de su creación, Carmen Linares retoma su larga relación con ‘El amor brujo’ –la gitanería de Falla que ha cantado tantas veces- aunque ahora en la revisión del guitarrista José Manuel Cañizares con Vanesa Aibar al baile. Asimismo, la cantaora recupera cantes –la serrana, la toná o el mirabrás- que hace tiempo interpreta poco.
Los cantaores Jesús Méndez (Jerez, 1984), Duquende (Sabadell, 1965) y Antonio Reyes (Chiclana de la Frontera, 1975), junto al guitarrista Dani de Morón (Sevilla, 1981) y la bailaora Patricia Guerrero (Granada, 1990) conforman un plantel que representa modos y acentos muy distintos desde los que renovar la esencia flamenca de la que son herederos. El gran momento que atraviesan, sin duda, garantiza una noche de cante, guitarra y baile grande en un espectáculo ineludible para cualquier aficionado al flamenco.
Méndez es heredero de una saga flamenca cuyo buque insignia es La Paquera de Jerez. Identificado con la bulería y la soleá, la crítica ha encontrado en Méndez la esencia del “cante incorrupto”. Premio Nacional de la Crítica al Mejor Disco Revelación por ‘Jerez sin fronteras’ (2008), Jesús Méndez fue Premio FlamencoRadio en 2012 por suponer el eslabón que engarza a la tradición jerezana con la nueva generación de cantaores.
Las credenciales de Duquende –Juan Rafael Cortés Santiago- son contundentes: fue catapultado a la fama por Camarón de la Isla cuando –tocándole a la guitarra el propio Camarón- fue invitado por éste a cantar con solo ¡8 años! Por su parte, Paco de Lucía, que lo eligió como cantaor para sus giras, dijo de él: “En Barcelona tenéis un monstruo, Duquende, que posee la magia del cante, inspiración y técnica”.
Antonio Reyes Montoya, ganador del Giraldillo del Cante en la Bienal de 2014, proviene también de una familia de recia tradición flamenca y, como Duquende, debutó en un escenario muy pronto: a los 7 años. Con dos discos publicados –‘Viento del sur’ y un recital con Diego del Morao- Montoya es hoy un cantaor de referencia que mantiene vivo el respeto hacia el cante y el legado de los cantaores tradicionales a los que, según apreció el jurado del Giraldillo del Cante, ha sabido sumar “su personalidad” propia.
El guitarrista Dani de Morón –Daniel López Vicente- se matriculó en el Conservatorio de Morón a los 12 años dispuesto a estudiar piano, pero venció la atracción por la guitarra en una localidad de tanta tradición hacia el instrumento.
Formado en la escuela de Matilde Coral, ganador de diversos concursos y acompañantes de grandes bailaores –Latorre, Grilo, Barón- Paco de Lucía lo eligió como segundo guitarra para la gira del disco ‘Cositas buenas’. Morón es hoy una referencia en la guitarra flamenca de concierto.
Por último, Patricia Guerrero bailó por primera vez con 8 años en la Peña La Platería de su ciudad, Granada. Formada con Manolete, Belén Maya o La Yerbabuena y en la compañía de Mario Maya –entre otros- Patricia Guerrero, pese a su juventud, ha madurado rápidamente, tal y como pudo verse en su último y celebrado espectáculo, ‘Catedral’, en la Bienal de Sevilla.
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